ALGUNOS NO CREEN EN TI. 1 Sam 17: 17-30

Al llegar al campamento, David vio la situación del pueblo y escuchó el «desafío» de Goliat 1 Sam 17: 20-24, pero Eliab (el hijo mayor de Jesé) reprende a David (v. 28), él sugiere que David era «negligente». Esa voz que siempre quiere desanimarnos. David decidió pelear.
   1. David decidió enfrentar a Goliat 1 Sam 17: 17-30

Saúl escuchó que habían hablado sobre las preguntas de David y lo llamó v. 31 y David «tranquilizó» al rey y se ofreció   a luchar contra Goliat v. 32)
   David decidió pelear. ¿Y tú? Haz como David.
Sin embargo, Saúl rechazó la «oferta» de David v. 33 porque él era solo un joven y Goliat había sido un guerrero «desde su juventud».

   ¿Algunas personas no creen en ti? ¡Dios cree!
Date cuenta de que la fe de David contrasta con la incredulidad de Saúl, pero David no se rinde y la respuesta de David a Saúl vv. 34-37a es que esta no sería su primera «batalla». Como pastor, defendió y atacó a leones y osos que intentaban capturar el rebaño. Goliat era solo otro león u oso.
   ¿Cuántos leones matamos cada día? Si tienes fe en Dios, siempre estarás ganando batallas.
   2. Necesitas convencerte a ti mismo y a los demás

Dios lo había liberado del oso y del león… Él lo libraría de ese «filisteo incircunciso que provocó a los ejércitos del Dios viviente»… no importa cuán buen pastor él fuera, pero confiaba en Dios.
   La oferta de Saúl a David vv. 37b-39:
Entonces, Saúl estaba convencido. Primero, él desea las bendiciones de Dios para él. Él ofrece a David su propia armadura.    David rechazó… él no podía caminar ni la había usado anteriormente en batallas.

3. David se prepara para la batalla 1 Samuel 17:40

David se prepara para la batalla v. 40. Él utilizará su armamento «confiable» (el bastón del pastor y su honda). Él selecciona 5 piedras del arroyo.
   ¿La verdadera arma de David? Fe = creencia y confianza en Dios.

   Sin embargo, Dios todavía espera que reconozcamos nuestras propias responsabilidades Santiago 2: 14-26.
   Goliat desprecia a David como su oponente… él obviamente fue «insultado» v. 42. Él ha despreciado la elección de armas de David… él maldijo a David por sus dioses v. 43. Goliat se enorgullece de alimentar con la carne de David a las aves y animales v. 44.
   El enemigo siempre intentará menospreciarte, despreciarte y amenazarte.
   David le dice a Goliat que lo derribará, le cortará la cabeza y alimentará con la carne de los filisteos a las aves y animales v. 46b David se enfrenta a Goliat
David tiene dos razones que lo motivan…
• Toda la Tierra sabría que hay un solo Dios… Jehová, el Señor Dios de Israel v. 46b
• Esta “asamblea” (Israel) sabría que Dios no libra a Su pueblo con espada o lanza…la batalla es Suya y Él derrotará a Sus enemigos v. 47

   Se acercan v. 48. David pone una piedra en su honda y la lanza contra Goliat… la piedra se hunde en la frente de Goliat… el gigante cae muerto v. 49, David toma la espada del gigante y le corta la cabeza. 50-51a

La motivación de David no era la «recompensa lucrativa» ofrecida por Saúl v. 25. Cuando los filisteos vieron caer a su campeón, tuvieron miedo y huyeron de v. 51b. Israel ya no tiene miedo… ellos persiguen a los enemigos que huyen y los matan v. 52.
Sermones

   Conclusión  El pueblo de Dios todavía lucha contra Goliat (oponentes atemorizantes e intimidantes) No batallas físicas… conflictos espirituales. Efesios 6: 10-18.
La exhortación de Pablo es paralela a lo que David enfrentó ese día cuando enfrentó y derrotó a Goliat. Por sus fortalezas y habilidades, David no pudo haber derrotado a Goliat.

   En nuestras propias fortalezas y habilidades, no podemos derrotar a las “huestes espirituales de iniquidad” vv. 10-13. David vio que la batalla era del Señor… él sabía que era más fuerte que las armas literales.
También debemos aceptar que la batalla es del Señor y armarnos con lo que Dios provee «…en la fuerza de Su poder» v. 10

DIOS PELEA MIS BATALLAS, TUS BATALLAS.

JEREMIAS: Dios pelea mis batallas, tus batallas. El llamado de Jeremías. Tenía un trabajo tan duro y, sin embargo, su fe nunca flaqueó.

  “Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová” (Jeremías 1: 7-8)

MOISES: «Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos» (Éxodo 14: 13-14)

Ten presente siempre que Dios pelea tus batallas, Dios pelea mis batallas

   Como escribe Pablo en Hebreos 12: 1: «Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante«

    ¿Estás dispuesto a dejar que Dios pelee tus batallas? ¿Estás dispuesto a quedarte quieto, orar y permitir que Dios haga la obra? ¿Estás dispuesto a dar un paso hacia la fe? Dios pelea mis batallas y debes dejar que Dios también pelee tus batallas. Bendiciones en el nombre de Jesús.

   ¿Cansado de llorar, de preocuparse por todo o de estar molesto, asustado y siempre angustiado por cosas que usted siente que están fuera de su control?

¿Has oído alguna vez que tus armas de guerra no son carnales, sino más bien poderosas a través del poder de Dios para derribar fortalezas? Bueno, es verdad. 2Corintios 10: 4, lo afirma. Mientras presionas para vivir bien y hacer lo que Dios te ha llamado a hacer, ¿adivina qué? Experimentarás una guerra espiritual y enfrentarás cosas en tu vida sobre las que no tienes control…    

    Entonces debes aprender a dejar que Él luche por ti.

«Sed fuertes en el Señor y en su poder. Ponte toda la armadura de Dios para que puedas mantenerte firme contra todas las estrategias del diablo. Porque no estamos luchando contra enemigos de carne y hueso, sino contra malvados gobernantes y autoridades del mundo invisible, contra poderosos poderes en este mundo oscuro, y contra espíritus malignos.

   El Señor mismo aseguró a Josué esta verdad: «Nadie podrá estar delante de ti todos y cada uno de los días de tu vida». Muchos tratarían de oponerse al pueblo de Dios bajo el liderazgo de Josué. Sin embargo,

    Ante la certeza de las batallas, nada mejor que tener a Dios comprometido a estar siempre y en todas las circunstancias presente para luchar contra tus enemigos.