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Activa las bendiciones

Iglesia Cristiana Evangélica

Prepárate para las bendiciones Deut. 8:1-18

Todos los seres humanos deseamos las bendiciones y la prosperidad que provienen de Dios (Proverbios 10:22 dice: la bendición de Dios es la que enriquece y no añade tristeza en ella) Es un anhelo válido. Al fin y al cabo somos sus hijos. Pero, ¿cómo ser bendecidos rica y abundantemente? la respuesta está en las Escrituras: permaneciendo fieles a Sus mandamientos. Son pautas que nos ha dado desde la antigüedad y que nos aseguran la satisfacción de las necesidades básicas, tener más que eso en sobre abundancia y, lo más importante, que nuestro mundo interior experimente satisfacción con la provisión divina. Cuando estaban a las puertas de entrar a la tierra prometida, Dios le dijo a Israel a través de su siervo Moisés, que era fundamental permanecer en Sus estatutos como paso para experimentar bendiciones y prosperidad, principio que aplica también en nuestros días.

 

 

    I.- La fidelidad a Dios se refleja en bendiciones y prosperidad para nuestra vida (Deut. 8:1, 6, 11-17)

Dios habló y dijo todas estas palabras: “Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de la tierra de Egipto, donde vivías como esclavo.”

1) “No tendrás dioses ajenos delante de mí.”

2) “No te harás imagen, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.” “No te inclinarás ante ellas, ni las honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte y celoso. Yo visito en los hijos la maldad de los padres que me aborrecen, hasta la tercera y cuarta generación, pero trato con misericordia infinita a los que me aman y cumplen mis mandamientos.”

3) “No tomarás en vano el nombre del Señor tu Dios, porque yo, el Señor, no consideraré inocente al que tome en vano mi nombre.”

4) “Te acordarás del día de reposo, y lo santificarás. Durante seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el día séptimo es de reposo en honor del Señor tu Dios. No harás en él ningún trabajo. Ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que viva dentro de tus ciudades. Porque yo, el Señor, hice en seis días los cielos, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero reposé en el día séptimo. Por eso yo, el Señor, bendije el día de reposo y lo santifiqué.”

5) “Honrarás a tu padre y a tu madre, para que tu vida se alargue en la tierra que yo, el Señor tu Dios, te doy.”

6) “No matarás.”

7) “No cometerás adulterio.”

8) “No robarás.”

9) “No presentarás falso testimonio contra tu prójimo.”

10) “No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su siervo ni a su esclava, ni su buey ni su asno, ni nada que le pertenezca a tu prójimo.”  Éxodo 20:1-18.

1.- El secreto de las bendiciones radica en la fidelidad a los mandamientos de Dios Deut. 8:1 a, 6)

«Acuérdate de poner por obra todo mandamiento…»

2.- La fidelidad a los mandamientos de Dios deriva en bendiciones y prosperidad material y espiritual (Deut. 8: 1 b)

  a.- Experimentamos vida espiritual y física

  b.- Experimentamos crecimiento en todas las áreas

  c.- Disfrutamos el cumplimiento de las promesas divinas y poseeréis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres»

3.- Las bendiciones y la prosperidad no pueden llevarnos a olvidar a nuestro Dios, que lo hace todo posible (Deut. 8:.11-17)

    II.- Cuando Dios prueba nuestra fidelidad, nos prepara sus bendiciones y prosperidad (Deut. 8: 2-6)

1.- Cada etapa difícil de nuestra existencia tiene el propósito de prepararnos para las grandes bendiciones. Éste principio se hace real si estamos en el centro mismo de Su voluntad (Deut. 8: 2)

  a.- Todo tiempo difícil, en el plan de Dios, tiene un principio y un fin específico.

  b.- Aun cuando las circunstancias sean difíciles, en esos períodos debemos avanzar tomados de la mano de Dios quien nos fortalece.

3.- En medio de las pruebas, Dios mismo nos acompaña y provee (Deut. 8: 3)

  a.- ¿Confiamos en que Dios nos dejará solos o por el contrario nos asiste el convencimiento de que nos acompaña en todo momento?

  b.- ¿Confiamos en la provisión permanente de Dios para nuestras vidas y la de nuestra familia? Deut. 8: 4)

4.- En el plan de Dios para nuestras vidas, las pruebas y momentos difíciles tienen un propósito específico (Deut. 8: 5)

    III.- Si permanecemos fieles a Dios en medio de las pruebas disfrutaremos sus bendiciones y prosperidad (Deut. 8: 7-18)

1.- Dios reserva bendiciones y prosperidad para sus hijos (Deut. 8:.7-9)

  a.- Las bendiciones de Dios, si permanecemos fieles a Él, no se agotan (Deut. 8: 7)

  b.- Cuando somos fieles a Dios hay provisión abundante (Deut. 8: 8)

  c.- La provisión de Dios, en abundancia, viene de donde menos lo esperamos. ¡Dios siempre nos sorprende! (Deut. 8: 9)

2.- En medio de períodos de bendición y prosperidad, no podemos olvidarnos del Dios que proveyó (Deut. 8: 10)

3.- Quien nos concede ser bendecidos y prosperados, es el Dios de poder en el que hemos creído.

Conclusión: Cuando volvemos la mirada a Dios, y nos disponemos a ser obedientes y fieles a sus mandamientos, estamos abriendo las puertas para las bendiciones y la prosperidad. Es un principio que está contenido en las Escrituras. No hay secretos, sólo la permanencia en Él y en las pautas que nos enseña en la Biblia para vivir conforme a Su voluntad. Cuando damos ese paso, el de la fidelidad al Señor, podemos tener la certeza de comenzar ahora sí en victoria.

 

CDD TU CASA SAN ANTONIO OESTE (mensaje de Domingo 26/02/23 en CDD Tu Casa).

 

 

 

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